La reducción de precios en el hardware y la presencia de productos
software de virtualización cada vez más asequibles ha democratizado esta
tecnología que, bien utilizada, puede poner a nuestra disposición más opciones
de sistemas operativos, costes menores y un mayor control sobe nuestra
estructura.
Dentro de la estructura informática de una empresa ya hemos visto
que los servidores pueden desempeñar un papel importante para centralizar
recursos y utilizar herramientas específicas
que incrementan la productividad a través de la mejora
de los procesos de producción, planificación o comunicación.
La tecnología nos ofrece sin embargo la posibilidad de disponer de varios servidores con
características muy distintas pero instalando físicamente una sola máquina.
Este sistema se llama virtualización. A través de esta tecnología es posible
hacer que los recursos de un ordenador, en este caso un servidor, puedan ser compartidos por una o más máquinas virtuales
que se comportarán a su vez como servidores reales.
A cada una de estas máquinas virtuales se les pueden asignar
recursos hardware diseñando distintas
configuraciones con sus características independientes. Estos
recursos pueden ser compartidos o se pueden bloquear de forma que cada máquina
virtual tenga su propia memoria RAM, CPU, disco duro,
recursos de red... En cada una de estas máquinas podemos
instalar su propio sistema operativo y sus aplicaciones independientes.
La estructura es la siguiente: se instala
en el ordenador huésped un Hypervisor o VMM, un gestor de
máquinas virtuales que se ocupa de gestionar los recursos del servidor y de
distribuirlos entre las máquinas virtuales. Este software o sistema operativo
para máquinas virtuales se puede encontrar distribuido
por empresas como Microsoft, VMWare, Parallels, Citrix y otras.
Una vez instalado el sistema operativo virtual, podemos ir creando nuestras máquinas virtuales independientes dentro
del gestor de máquinas virtuales. Podemos, por ejemplo, instalar una máquina
virtual con Windows Server para el servidor Exchange de correo, uno más con una
aplicación CRM, otro con Linux en el que instalar un servidor Web...
Ventajas de la
virtualización
Las ventajas de disponer de servidores
virtualizados frente a serviidores físicos son las siguientes:
Ø
Ahorro de costes: Podremos adquirir
un solo servidor, aunque más potente, y no tener que comprar más servidores
sino solamente ir creándolos en el gestor de máquinas virtuales. También
permite ahorro en el coste de mantenimiento y en el de personal, además de
ahorrar espacio.
Ø
Crecimiento más
flexibe: Instalar un nuevo servidor es mucho más sencillo y rápido frente a
hacerlo con un servidor físico.
Ø
Administración
simplificada: Desde la consola del gestor de máquinas virtuales podemos aumentar
o reducir los recursos para una determinada máquina, reiniciarla, instalar
parches o simplemente borrarla en caso de problemas.
Ø
Aprovechamiento de
aplicaciones antiguas: Una de las ventajas de la virtualización es la posibilidad de
conservar aplicaciones que funcionan en sistemas antiguos y aun así modernizar
la infraestructura informática de la empresa. Esa aplicación puede
"sobrevivir" en una máquina virtual independiente sin que haga falta
conservar el ordenador antiguo.
Ø
Centralización de
tareas de mantenimiento: Podemos realizar copias de seguridad de un solo golpe de todas las
máquinas, programar actualizaciones y otras actividades desde el gestor de
máquinas virtuales. También podemos centralizar otras funciones.
Ø
Disminuye tiempos de
parada: Una ventaja importante, solucionar problemas o realizar copias de
seguridad son tareas que se realizan en mucho menos tiempo. Por ejemplo, se
puede clonar una máquina y seguir dando servicio mientras se realiza
mantenimiento de la máquina virtual de producción como actualizaciones.
Ø
Mejor gestión de
recursos: Se puede aumentar la memoria o almacenamiento de la máquina
huésped para aumentar los recursos de todas las máquinas virtuales a la vez,
por lo que se aprovecha mucho mejor las inversiones en hardware.
Ø
Balanceo de recursos:
Es posible asignar un grupo de servidores físicos para que
proporcionen recursos a las máquinas virtuales y asignar una aplicación que
haga un balanceo de los mismos, otorgando más memoria, recursos de la CPU , almacenamiento o ancho de
banda de la red a la máquina virtual que lo necesite.
Para poner en marcha un sistema de servidores virtuales podemos
acudir a nuestro proveedor de servidores que nos guiará en la elección del
hardware adecuado según las necesidades que tengamos.
Sobre los productos para la creación de máquinas virtuales
podemos elegir consultar la oferta de
Microsoft (con Hyper-V) basada en Windows server 2008. También
encontramos a VMware,
Parallels o XenServer,
la alternativa gratuita Open Source de Citrix.
No hay comentarios:
Publicar un comentario